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[REVIEW] Murderous Pursuits

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Muerto al llegar

¿Qué hace la gente rica cuando le sobran los billetes? Casi siempre, estupideces con falta de buen gusto en diversos grados. En este caso, el que se quiere dar un gusto en vida es un psicópata con aire aristócrata, cuya identidad resguarda bajo el nombre de “Señor X”. Brillante y original idea, nueve de cada diez genios del mal aprueban este recurso.

Así es como el Señor X nos invita a una gala, a bordo de un lujoso navío con ambientación victoriana. Por algún motivo que se nos escapa, el navío también vuela y es una máquina del tiempo. De esto, se desprenden algunas dudas: ¿estamos en la época victoriana? ¿hemos viajado en el tiempo a la época victoriana? ¿hacía falta tanto amasijo argumental?

Dejando de lado estos temas, lo que importa es que el Señor X se ha aburrido del fútbol. En lugar de pagar el codificado, prefirió invertir en esta fiesta y subir a bordo a ocho asesinos. La consigna: “matense lo mejor que puedan y entreténganme”.

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Assassin’s Ship

El árbol genealógico de Murderous Pursuits nos queda claro con unos pocos minutos de juego. Sus mecánicas evocan tanto The Ship como el multiplayer competitivo que supo tener la saga Assassin’s Creed. Incluso también podríamos citar al pseudo-juego de rol “Killer”.

Para aquellos que se pierdan la referencia – y para los que no, el Jefe de Redacción me obligará a escribirla de cualquier forma- aquí va la explicación de la premisa del juego: arrancamos la partida en un lugar del mapa al azar y a los pocos segundos se nos asigna una víctima, al tiempo que somos asignados como blanco de otro asesino. El único dato del que disponemos para identificar a nuestra víctima es su dirección y cercanía. En el caso de nuestro victimario, sólo se nos informa si está cerca.

Si bien somos ocho asesinos intentando volarnos los dientes de un corchazo, el escenario está plagado de personajes “no asesinos”. Así comienza un juego de imitar lo mejor posible a estos títeres de la IA, como una especie de camuflaje social. Es decir, lo que hacemos en cualquier fiesta del trabajo imitando “normies”. En paralelo, tratamos de detectar algún pasajero con un comportamiento discordante al de un personaje “no asesino”, para identificar de esta manera a nuestra víctima o victimario.

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Weapon of choice

Para que la faena se ponga más interesante, en cada escenario se distribuyen diversas armas. Cada una otorga un puntaje diferente al matar, que cambia con cada blanco asesinado. Esta mecánica tienta nuestra codicia y nos alienta a realizar una acción más por fuera del abanico de los personajes “no asesinos”, aumentando la chance de ser identificados.

Por último, además de cuidar nuestras acciones, debemos estar atentos a un indicador de notoriedad, con un máximo de cinco niveles, los cuales van disminuyendo a medida que hacemos una acción sospechosa o, simplemente, pasa el tiempo. Si se agota, quedamos a la vista de todos, convirtiéndonos en presa fácil para nuestro asesino. Para prevenir su extinción tenemos lugares marcados, dispersos por todo el mapa. Allí gradualmente se repone nuestro contador, mientras realizamos animaciones automáticas como si fuéramos un personaje controlado por la IA.

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También, para facilitarnos un poco la vida, tenemos un abanico de habilidades, tales como identificar en un área acotada a nuestra víctima o asesino, disfrazarnos de otro personaje o hacernos inmunes a un intento de asesinato, entre otros. Saber cuando utilizarlas es clave, ya que tienen diferentes “cooldowns” y en ningún caso es rápido.

Cabe destacar que, como víctimas, no podemos eliminar a nuestro asesino. Sí podemos anticiparnos al ataque y pegarle un cachetazo de novela mexicana, lo que hará que dejemos de ser su blanco. Pero sepan que si iniciamos una acción de asesinato o defensa con un blanco mal identificado, perdemos puntos y quedamos expuestos ante todos.

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Más solo que asesino en barco volador

Murderous Pursuits se ve muy lindo, su diseño es llamativo, tanto personajes como entornos. Si bien su juego en línea funciona de una manera más que respetable, hemos visto gente con lag, algo que en este juego resulta más llamativo que llevar un cartel de neón diciendo “soy humano, matenme”. Por esto, tener una buena conexión es fundamental.

A la fecha, el problema principal que enfrenta el juego es que no tiene una base de jugadores importante. De las treinta partidas que jugamos, sólo en una pudimos hacerlo con un plantel de asesinos 100% humano. En el resto, la lista fue completada con bots. Y en las últimas cinco partidas que jugamos, la totalidad de los asesinos eran bots. La cantidad de jugadores nunca fue alta y no para de bajar.

¿Los motivos de la falta de interés? Estimamos que tiene que ver con su único modo de juego, que no ofrece otra motivación para seguir jugando más que desbloquear nueva ropa y… colores para esa ropa. Además, la estrategia o táctica a utilizar es la misma partida tras partida, no existe un escenario donde las condiciones cambien de manera significativa para tener que modificarlas.

En fin, el juego pide urgente nuevos modos, una reducción de precio o un pase sin escalas al free to play. De otra forma, Murderous Pursuits ya tiene asignado a su asesino, que no es otro que un creciente desinterés por parte de los jugadores. [i]

DESARROLLADO Y DISTRIBUIDO POR: Blazing Griffin
GÉNERO: Acción, Sigilo
DISPONIBLE EN: PC

CALIFICACIÓN

65%

QUÉ ONDA: Un juego de un género poco explorado, que actualiza la premisa de “The Ship”, una suerte de “Murder Party”.
LO BUENO: Es divertido para jugar con amigos. Genera buenos momentos de tensión. Estéticamente está muy cuidado.
LO MALO: Ofrece un sólo modo de juego. Las estrategias y tácticas no cambian de una partida a otra y se vuelve repetitivo. La base de jugadores es muy pobre y terminamos plagados de bots.

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