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[REVIEW] Ittle Dew

El paraíso de los speedrunners.
 

¿Vieron esos dementes que terminan The Legend of Zelda en media hora? ¿O esos vivarachos que se burlan del refinadísimo diseño de algún Metroid, rompiendo la secuencia de avance normal con algún glitch o usando alguna habilidad con cualquier fin, menos con el que debería ser usada? Son TAN jodidamente habilidosos, TAN jodidamente inteligentes y creativos, que nos dan ganas de golpearlos por el hecho de hacernos sentir, a nosotros, simples mortales, unos micos de feria, incluso habiendo transpirado y dejado todo para poder terminar el fichín de la manera normal. Para esos superdotados, los suecos de Ludosity prepararon un pequeño parque de diversiones llamado Ittle Dew, donde puedan hacer sus monerías tranquilos. Y, encima, se las festejan. ¡Bah! A ver si nos dejan ahora en paz terminar nuestros juegos como seres humanos…

Ittle Dew es una aventurilla de acción, corta y simple. En todos sus aspectos. No hay un gran mundo para explorar, no hay una trama profundísima que desentrañar, no hay montones de objetos que conseguir… Imaginen que un Zelda es una gran torta de chocolate, rellena, con todos los chiches, y que Ittle Dew es todo el sabor de esa torta, pero comprimido en un caramelo. A la torta tardás en comerla, quedás que reventás, y después no querés saber más nada. Por otro lado, el caramelo se termina rápido. Pero podés comer otro. Y otro. Y otro más. Y comerlo de cabeza, o acostado, o corriendo, o destrozarlo con los dientes, o directamente tragártelo así como viene… Ittle Dew no tendrá la profundidad de algo como un Zelda, pero se puede rejugar muchas veces, enfocándonos siempre en distintos desafíos autoimpuestos por nosotros.

Ya desde la presentación, el fichín deja en evidencia su gran sentido del humor y su simpleza. Ittle Dew, nuestra heroína colorada, va lo más pancha durmiendo en una balsa cuando ¡PLAM! Se la pone contra una piedra, la balsa se destroza, y queda varada, junto a Tippsie (su inseparable zorrito compañero), en una isla que solo puede significar una cosa: AVENTURA. Tras pasar la “Cueva Tutorial” (sí, este fichín es de esos que no les importa aceptar que es un fichín, y que se divierte con ello), vamos a caer en lo de un pirata fenicio que nos va a dar una nueva balsa si le traemos, cómo no, “un artefacto” (vaya a saber lo que es) que se encuentra en un castillo al norte.

Armados con una simple rama, nos adentramos al castillo que tiene todo lo que nos podemos esperar de un action-adventure clásico. Cada sala es un puzzle que tenemos que resolver moviendo bloques, apretando botones, encendiendo o apagando fuegos, explotando bombas, golpeando cristales… y, claro, algunas van a tener distintos enemigos (con los cuales siempre vamos a tener una pequeña charla bastante hilarante la primera vez que los encontremos), cada uno con sus propios modo de ataque, y modo de derrotarlos. Muchas veces es requisito exterminarlos a todos para abrir la puerta a la siguiente sala. A medida que avancemos vamos a conseguir cofres con monedas que nos van a permitir “comprarle” al fenicio (comprarle entre comillas porque es un garca de los grosos) los tres y únicos items del juego: Una espada que puede prender fuego, un báculo que puede congelar, y un otro que puede hacer bloques que funcionan como portales. A medida que los vayamos consiguiendo, vamos a poder ir accediendo a nuevas zonas del castillo (y de los alrededores de la isla), para finalmente encontrar el preciado artefacto. Realmenteel diseño de niveles y el sentido de progreso que genera el fichín son maestros, refinados rozando lo perfecto. Se nota que los desarrolladores se jugaron todos los fichines habidos y por haber de este estilo, y saben qué cosas son las que funcionan bien y cuáles no. Sin embargo, por ese motivo, no se van a encontrar con nada innovador. Es todo lo esperable… muy muy bien hecho y ejecutado, pero esperable al fin.

Si andamos medios complicados, Tippsie funciona a modo de tirador de tips. Sin dar muchos detalles, nos puede salvar de situaciones que terminarían resultando frustrantes, repetitivas, o que nos dejarían vagando sin rumbo. A veces nos da una idea de a dónde dirigirnos. Otras, de si tenemos el item necesario para resolver esa sala, o de cómo derrotar a ese jefe que nos acaba de apabullar. También hay un mapa que vamos descubriendo a medida que exploremos el mundo, y que se puede ir mejorando. Eso resulta vital si sufren de OCD, y quieren conseguir todos los corazones que extienden nuestra salud, o todas las cartas coleccionables.

Sin embargo, esta aventurita que les puede tomar entre 3 y 4 horas de terminar la primera vez, es meramente el punto de partida para el verdadero desafío. Desde el principio, tenemos un reloj que va marcando nuestro tiempo. Sí, por si no se avivaron, ese relojito los está mirando con cariño a ustedes, speedrunners. Y está ahí para que se arranquen los pelos intentando terminar el fichín en el menor tiempo posible.

Todo está diseñado para incentivarnos a encontrar distintas formas de ahorrar tiempo. Por ejemplo, tenemos algunos atajos avanzados con puzzles dificilísimos, que nos evitan tener que pasar por varias salas que nos consumirían muchísimo tiempo. Resolverlos la primera vez puede quemarles el cerebro, pero, como decíamos, la primera vez es solo el punto de partida. Una vez que sepan y memoricen cómo resolver cada puzzle, y cuáles son las rutas más rápidas, van a poder rejugarlo una y otra vez para ir mejorando su tiempo y, por supuesto, competir contra otros limados como ustedes. ¡Y de forma totalmente limpia, eh! El fichín tiene leaderboards, así que no va a haber necesidad de grabarse y subirlo a YouTube, ni cosas por el estilo que puedan poner en duda la veracidad de su tiempo.

Por otro lado, no es necesario tener los tres objetos para completar la aventura. Si tienen el cerebro apto para pensar bieeeeeen afuera de la caja, pueden resolver la aventura con cualquier combinación de dos objetos… y hasta se pueden conseguir en distinto orden. Así que tienen todas las herramientas servidas como para que jueguen y rejueguen hasta encontrar la ruta más rápida y lograr el mayor desafío del juego: terminarlo en menos de 15 minutos. Escalofriante.

En cambio, si prefieren la exploración y los desafíos cerebrales sin tener el filo del tiempo en la nuca, hay una colección de 26 cartas ocultas por toda la isla. Si las quieren todas, indefectiblemente van a tener que ir al dungeon avanzado (obviamente no es requisito para terminar la aventura principal) donde los esperan 12 puzzles solo aptos para mentes MUY creativas, MUY limadas, MUY pacientes y, sobre todo, que piensen MUY fuera de la caja. Pero, como detrás de todo buen desafío, los espera una buena recompensa y, claro, el orgullo de sentirse más listos que sus amigotes, muehehe.

Este fichín es prácticamente perfecto en toda su propuesta, apoyado en un apartado gráfico delicioso (las animaciones son súper suaves), sin embargo no se arriesga ni introduce nada llamativo a este tipo de juegos, por lo tanto sería solo recomendable para los que ya tengan varias de estas aventuras encima y busquen un desafío que los obligue a rejugar hasta masterear el fichín. [i]


CALIFICACIÓN
79%

QUÉ ONDA: Una aventura de acción, colorida, graciosa, y liviana o muy desafiante, dependiendo de cómo les guste jugar.
LO BUENO: La animación. Los colores. El humor. Los puzzles avanzados. Muchísima rejugabilidad.
LO MALO: Si no pretenden rejugarlo, resulta carísimo pagarlo full-price.

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