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[REVIEW] Don’t Starve

Don't Starve

Si Tim Burton fuera fanático de los rogue-like.

La premisa de Don’t Starve es bastante simple. Es más, está en el título. Simplemente: no mueras de hambre. El problema, es que despertas en medio de un bosque sin nada a mano más que tu ingenio. Y así es como empezas a hacerte de distintos elementos como piedra, madera, telas para crear objetivos y prolongar tu vida en el bosque… la gran pregunta es, ¿cuánto podés durar?

En la campaña principal de Don’t Starve, Permadeath (muerte permanente) es clave. Y si le querés decir a un amigo cuánto duraste, se lo tenés que decir en días. Pero eso no quiere decir que si ambos llegaron al quinto día están en la misma situación, tranquilamente podrías pasarte un año —bueno, tanto no…— parado al lado de un fuego y no hacer nada de tu vida. Pero eso no es muy divertido, así que, ¡mejor jugar!

Don't Starve

En un principio no hay mucho que hacer más que explorar el mapa, generado de forma aleatoria cada vez que se inicia una nueva partida. En ese tiempo, es importante juntar todo tipo de recursos, pasto, piedra, lo que sea. Estos elementos permiten crear algunas herramientas básicas como un hacha o un pico para extraer minerales. Estos elementos también te permiten crear herramientas básicas de supervivencia como una fogata. Muy importante porque en la oscuridad no tenés chances, la penumbra directamente te fagocita.

El nuevo mundo que se genera cada vez que arrancas es muy grande. No gigante, pero sí lo suficiente grande para tardar horas en explorarlo y para distribuir distintos tipos de peligros a lo largo de la tierra. Inicialmente pasar los primeros días es todo un problema, hasta que se le agarra un poco la mano, a medida que se aprende más sobre el juego y las cosas que se pueden construir, es más fácil pasar esos primeros días, pero Don’t Starve hace un excelente trabajo de siempre tener desafíos nuevos. Ya sea encontrar los ingredientes necesarios para crear algo, o aniquilar a un nuevo tipo de enemigo.

Don't Starve

Y aunque inicialmente Don’t Starve no muestra todas sus cartas y parece que el sistema de alquimia y construcción es simple, no tarda mucho en mostrar la verdadera profundidad del sistema, que es muy amplio. Construyendo máquinas específicas la cantidad de cosas para crear pasa de una docena a un par de decenas, con todo tipo de construcciones, desde mochilas, armaduras y armas, hasta la posibilidad de realizar una especie de magia vudú, que hace una gran diferencia contra los enemigos más poderosos.

Es decir, aunque aparente ser un fichín simple, en un par de minutos se vuelve mucho más complejo e interesante. Y lo que es mejor, no te apura ni te pone tiempos. Somos libres de tomarnos el tiempo que queramos para explorar, juntar recursos y experimentar con el extenso sistema de alquimia que tiene un montón de cosas para crear. Y no se trata solo de elementos, sino distintas maneras de mejorar lo que sería tu base, desde un pararayos, detector de clima, una carpa y hasta paredes.

Don't Starve 

Y de la misma manera que su sistema de alquimia, de movida no parecería como que Don’t Starve tiene una historia, la premisa es bastante simple, pero a medida que encontramos portales que nos permiten acceder a dungeons particulares, se va develando más de la narrativa detrás de la gran atmósfera y el propósito de nuestro personaje en ese bosque. Mientras que no es muy compleja, sirve perfectamente para un contexto en esta aventura de supervivencia.

El apartado estético es verdaderamente increíble. Más allá de la profundidad y la posibilidad de girar la cámara 360 grados, el arte es enteramente 2D y ofrece una yuxtaposición de arte caricaturezco, con colores opacos e imágenes bastante oscuras que lo hacen verdaderamente fascinante. Nadie culparía a cualquiera que vea una imagen y piense que se trata de una nueva producción de Tim Burton.

Probablemente el tercero de los engaños de Don’t Starve, es que a simple vista no parece difícil, pero lo es. Es muy fácil subestimar los peligros que pueblan ese bosque, y así, la muerte llega rápido. La única manera de sobrevivir es tomando todos los recaudos posibles y no combatir un enemigo hasta estar totalmente preparado y seguros de lo que vamos a hacer. Sobretodo por su naturaleza rogue-like, que nos persigue con su permadeath a cada rincón del mapa.

Don't Starve 

En caso de querer practicar ciertas cosas, también ofrece un modo skirmish donde podemos determinar prácticamente todos los aspectos de la partida y crear un mapa totalmetne personalizado. Así también como que existen tres personajes que vamos desbloqueando a media que avanzamos en la campaña principal, lo cual también se agradece para la rejugabilidad a futuro.

Pero el problema de Don’t Starve no es la rejugabilidad, sino que a veinte minutos de la partida todas las cartas son reveladas. Es verdad, toma muchísimo tiempo crear todo lo que se puede construir y ahí está la carne del juego. Pero si no entendés bien dónde está toda esa carne, es muy fácil que después de varias horas de juego sientas que no hay mucho más para ver. Pero en caso de que te atrape, podés despedirte de varias semanas de tu vida.

Don’t Starve es definitivamente un juego muy especial. La combinación de exploración y creación de elementos hacen para un fichín muy disfrutable que permite tomarnos un largo tiempo para aprender a dominar y, como bien dijimos, disfrutar. Excelentes gráficos y atmósfera y jugabilidad verdaderamente adictiva hacen para un juego sólido. [i]


PUBLICA:Klei Entertainment
DESARROLLO:Klei Entertainment
GÉNERO: Rogue-like/Survival
PLATAFORMAS:Mac/PC/Linux

CALIFICACIÓN

82%

Qué onda: Un juego de supervivencia con una estética muy particular y adictivos sistemas muy bien diseñados.
Lo bueno: Un verdadero desafío de supervivencia, un montón de cosas para crear.
Lo malo: Es difícil de verdad. Más allá de toda la variedad, puede tornarse repetitivo.

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