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[CINE] Solo: A Star Wars Story

solo star wars review

Las aventuras de Chewy con el muchacho que se parece a Han Solo

Construir una Estrella de la Muerte en el medio del espacio debe ser una tarea complicada, pero aparentemente no tanto como hacer esta película: en medio de la producción despidieron al editor, cosa que no les cayó bien a los DOS directores a cargo. Aparte, tuvieron que llamar a un coach de actores, porque el trabajo de Alden Ehrenreich, quien debía encarnar a uno de los personajes más conocidos y amados de la historia del cine (Jar Jar Binks), no les convencía. Los directores, enojados, acusaron al presidente de Lucasfilms de ser un lord sith. Acto seguido fueron despedidos. Contratan a Ron Howard (director de “Jorge el Curioso 2: persigan a ese mono!”) quien tuvo que utilizar parte de lo ya grabado por los directores exiliados y terminar el resto… En fin, la receta perfecta para ganar un Oscar.

“Solo: a Star Wars Story” nos va a contar cómo Han (solo Han) se convierte en el contrabandista más famoso del universo, cómo consigue la nave más famosa del universo, cómo se hace amigo del pie grande más famoso del universo y cómo eventualmente se va a encamar a la hermana de el jedi más famoso del universo. Fuera de eso, no mucho más.

¡Han Solo está en peligro! ¿Sobrevivirá? Y, sí, claro. Sabiendo tanto del personaje y del universo Star Wars, no hay mucho lugar para sorpresas, lo cual vuelve predecibles algunos aspectos de la historia. Hay que reconocerle a los directores y guionistas que no tenían demasiado espacio para maniobrar, y se nota que no quieren arruinar nada que tenga que ver con la trilogía original. Tienen que mostrar a un Han Solo diferente, pero que tenga coherencia con la persona en la que se convierte luego. Hay que cuidar la relación entre Han y Chewie, y las acciones de los demás personajes más vale que sigan el cánon, sino se arma.

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Con algunos problemas de ritmo, la película tarda en arrancar y es un poco lenta. Fuera de un par de escenas de acción entretenidas, es recién a mitad de la película donde decimos “Ok, ahora está pasando algo”. Y eso que intenta meterle pimienta de entrada con una escena bien power de persecución, pero quizás es un recurso demasiado visto. La trama está construida para que veamos cosas que le suceden a este Han Solo que tienen conexión con cosas que le suceden a el Han Solo de la trilogía original, lo que le genera al público un “Ah, mira eso”, pero poco más. De todas maneras, reconocemos que las referencias y la nostalgia casi siempre funcionan. Chewbacca puede estar hasta sentado en el inodoro que si de pronto comienza a sonar la música de Star Wars, igual nos vamos a emocionar un poco.

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A pesar de la desconfianza que se le tenía a Ehrenreich, el actor logra un buen papel como Han Solo. Sin imitarlo (cosa que no suele funcionar), nos muestra gestos y expresiones típicas de Harrison Ford. Se nota que estudió el personaje y que intenta respetarlo. Pero en esta historia no nos cuentan cómo Han construyó la personalidad que lo caracteriza: él simplemente es así. El personaje es el mismo al inicio y al final de la película. Y aún con esta personalidad llamativa, a veces queda en segundo plano con respecto a los demás protagonistas. Esto claro, no es culpa del pobre Ehrnereich: es definitivamente un problema de guión. Bien podrían haber intentado una de esas precuelas en dónde nos muestran no sólo cómo el personaje llega donde llega, sino cómo se convierte en la persona que todos conocemos, cómo forma su carácter; pasa que esto no es la adolescencia de Han, de modo que no hay mucho que construir a esta altura.

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En el resto del reparto tenemos a Donald Glover, que hace un mejor trabajo con Lando Carlissian: no actúa parecido, ES Lando. No nos sorprendería que hagan una película sobre él. Chewbacca está muy bien, como siempre. Woody Harrelson y Emilia Clarke cumplen sin sobresalir. L3 es el androide (femenino esta vez) que siempre hace reír al público, cosa que logra, aunque a alguno le puede llegar a parecer algo molesta con su cruzada moral luego de un rato. Y Paul Bettany, que hace de nuestro ¿villano? de turno, parece ser quien más se divierte con el personaje.

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El antagonista es otro punto flojo: no pasamos mucho tiempo con él, no sabemos realmente quién es o qué quiere. Es sólo un eslabón más de una cadena de tipos malos. Y la amenaza que representa para nuestros protagonistas es simple: si no hacen lo que les pide, los mata. Pero a él le conviene que lo logren, porque si no lo hacen su jefe lo mata a él. De hecho, más que Bettany el antagonista parece ser la circunstancia, la urgencia, más que una persona. Cosa no muy emocionante, y esto sin tomar en cuenta lo que mencionamos antes: sabemos que nada malo le va a pasar a Han y su pandilla. No sentimos el peligro, asique nos relajamos y contestamos un par de whatsapps durante la función. Cuando la tienen que rematar, cuando la trama tiene que explotar al final, no explota.

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El resultado de todo esto es una película que está… bien. Pero nada que valga la pena ir a ver al cine. Entretenida para pasar el rato, en donde vamos a disfrutar seguir viendo cosas del universo de Star Wars y dentro de una semana olvidarnos de que la vimos. Más allá de las críticas que se le puede hacer a la nueva trilogía, toma algunos riesgos (funcionen o no). Aquí no hay ninguno, todo sucede como se supone que tiene que suceder. Dicho esto, no estamos seguros si hay algo que justifica contar esta historia. Excepto el hecho que van a ganar muchísimo dinero, claro. Si quisieron hacer una gran película, erraron su objetivo, como todo buen stormtrooper. [i]

BANANÓMETRO:2 bananas

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